La
hora había llegado, a las 5 de la tarde del martes 1 de agosto del 44 los
rebeldes polacos del Armia Krajowa o ejército nacional clandestino, unos 40 mil
hombres, mujeres, jóvenes y niños recibían la orden y se alzaban en armas
contra los ocupantes alemanes tras cinco años de opresión, mal armados pero
entusiastas y confiados de que en 3 o 4 días podían tomar las instalaciones
clave del comando nazi en la capital polaca, pensaban y daban por hecho que los
alemanes muy desmoralizados y que venían en franca retirada desde Rusia
seguidos de cerca por el Ejército Rojo que había lanzado una poderosa e
imparable ofensiva militar, serian rapidamente reducidos y quizá hasta se
rendirian antes de la llegada de los rusos, quienes en este caso serían
recibidos como aliados y no como liberadores, eso era lo mas optimista en ese
panorama, pero los cálculos fallaron y para mal, los iniciales 3 dias del
objetivo se alargaron a una semana en que los alemanes se recuperaron de la
sorpresa inicial y pusieron a andar toda su maquinaria demoledora de la guerra
contra los insurrectos y la población
civil, tanques, aviones, artillería y unidades de asalto bien armadas fueron
enviadas a destruir Varsovia y aplastar en todo sentido la revuelta, incluso
participó la infame brigada Dirlewanger de las SS cuyo personal estaba formado
principalmente por criminales, psicópatas y otros despreciables sacados de la
prisiones militares de castigo y puestos en uniforme para combatir y reprimir a
los rebeldes, bandidos o partisanos como los alemanes llamaban en ese tiempo a
la Resistencia, es justamente allí donde estos cometieron las mas terribles
atrocidades sobre los prisioneros y población civil fusilando en 2 dias a 10,000
de ellos que cayeron en sus manos tras capturar uno de los distritos de la
ciudad, reportándose excesiva crueldad e incluso violaciones. Los sublevados ahora esperaban la ayuda de
los aliados angloamericanos lanzando pertrechos y municiones por paracaídas a
la ciudad sitiada, ayuda que se necesitaba con urgencia cada vez que pasaban
los días en medio de la lucha, pero que era mas difícil de obtener pues la
cobertura aérea dependía de muchos factores que cambiaban con la fuerte presencia
alemana en el sector, pero la posibilidad mas cercana era la ayuda del poderoso
Ejército Rojo que estaba al otro lado de la ciudad, hacia el este tras cruzar
el río Vistula, pero ellos ya habían resentido la idea de no ser considerados
activamente como liberadores y Stalin alegando que los sublevados no le habían
informado con detalles y claramente de sus intenciones ordenó solo algunos
pequeños movimientos y mínima ayuda adicional por aire, pero lamentablemente
sólo atinaron a esperar y ser testigos de una batalla descomunal ya de por si
desigual, una carniceria, no hubo una acción decisiva por parte de los rusos
que hubiera podido hacer fácilmente retroceder a los alemanes y evitar mas
derramamiento de sangre. Ahora los rebeldes pasaron a la defensiva, manteniendo
dos distritos bajo su precario control y utilizando los desagües y alcantarillas
por debajo de la ciudad para movilizarse sin ser localizados y destruidos, las
municiones escaseaban y las medicinas para los heridos también, sobretodo el
alimento, así la lucha se extendió por 2 meses! la ciudad en ruinas, y con
casi 150 mil muertos desde el inicio del levantamiento entre miembros del
Ejército Nacional y población civil, y viendo que no recibieron ningún tipo de
ayuda, los jefes rebeldes polacos aceptaron su derrota y el 5 de octubre
firmaban sus rendición ante los nazis.
Varsovia
sería liberada por el ejército rojo luego en enero de 1945 y tras la derrota de
la Alemania nazi Polonia se convertiría en un estado satélite comunista
impuesta por la Unión Soviética durante la guerra fría.